En contra de lo que asegura la Junta de Castilla y Le?n, la poblaci?n de oso pardo en el n?cleo oriental de la Cordillera Cant?brica, esta sufriendo un continuado proceso de desaparici?n de los territorios de esta comunidad.
Para ocultar esta informaci?n, recientemente la Junta de Castilla y Le?n ha ofrecido los datos globales de la Cordillera Cant?brica, donde la mayor parte de la poblaci?n se encuentra fuera de esta Comunidad y donde especialmente se est? produciendo un notable incremento de osos, como es Asturias.

Desde que se puso en marcha el Plan de Recuperaci?n del Oso pardo en Castilla y Le?n, la desaparici?n de las osas reproductoras del n?cleo oriental ha sido constante. Si primero fueron los territorios de Mampodre, durante los ?ltimos años se confirm? la pr?ctica desaparici?n de la reproducci?n osera en la Reserva de Caza de Riaño. Emblem?tico territorio donde el oso habit? sin dificultades hasta que la Junta de Castilla y Le?n comenz? a aplicar modelos de manejo cineg?tico que permitieron la construcci?n de cientos de kil?metros de pistas forestales en los mejores h?bitats oseros de la reserva.
Actualmente, la ?nica poblaci?n reproductora de oso pardo en el n?cleo orientalde la Comunidad de Castilla y Le?n, se ubica en el Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre Montaña Palentina La evoluci?n de la poblaci?n osera reproductora de este parque natural, a la vez reserva regional de caza y con un elevado n?mero de cotos privados no puede ser m?s desalentador.
Como dato de referencia podemos tomar por ejemplo el año 89, con una presencia de 2 osas reproductoras. Para el año 2008 las osas reproductoras fueron 1.

Tras dieciocho años de aplicaci?n del Plan de Recuperaci?n del Oso pardo en la comunidad de Castilla y Le?n, el fracaso de los planes de conservaci?n de esta especie ha resultado m?s que evidente, corroborado t?cnicamente gracias a los trabajos de seguimiento que anualmente se realizan, especialmente con los del seguimiento de osas con cr?as en el n?cleo oriental de la Cordillera Cant?brica.
Estos trabajos de seguimiento, podr?an incluso situar a la poblaci?n osera en una posici?n de extinci?n a?n m?s grave, ya que tal como se ha demostrado, la existencia de los infanticidios es una de las principales causas de mortandadde los oseznos nacidos cada. año. Los cient?ficos que trabajan en el seguimiento de la poblaci?n osera cant?brica, han podido constatar que estas muertes de oseznos, las causan los machos para conseguir que las hembras vuelvan a entrar en celo.

Por esta causa, osas censadas con cr?as durante un año, al volver a reproducirse al año siguiente, pueden ser censadas nuevamente e inducir a errores de determinaci?n del n?mero real de osas reproductoras que hay en un territorio, ya que estas se estiman sumando el total de osas reproductoras habidas durante un periodo de dos años.

Durante años, la Junta de Castilla y Le?n ha impedido que en los territorios oseros se pudieran trabajar aplicando t?cnicas de seguimiento de osos que se utilizan en otros territorios, radio telemetr?a, seguimiento fotogr?fico, etc., impidiendo la posibilidad de contrastar los datos que constantemente ofrecen los responsables de Medio Ambiente, tal como ha sucedido recientemente con la informaci?n aportada por la Vicepresidenta primera y consejera de Medio Ambiente de la Junta, Mar?a Jes?s Ruiz, al presentar el balance del Plan de Recuperaci?n del Oso Pardo en Castilla y Le?n que habla de un vergonzoso «repunte de la especie».

Lamentablemente, la Junta de Castilla y Le?n trata permanentemente de ocultar los datos fidedignos, que de ser conocidos, dejar?an de manera clara y contundente ante la opini?n p?blica que tras tantas años de investigaci?n y millones de euros invertidos, la conservaci?n del oso pardo en los territorios conjuntos de Le?n y Palencia ha sido una cortina de humo para conseguir el objetivo final de erradicara esta especie.

Cada vez hay menos duda que detr?s de esta estrategia aplicada por la Junta de Castilla y Le?n ofreciendo una imagen fraudulenta de la conservaci?n del oso en los territorios conjuntos de Le?n y Palencia, se esconde la verdadera estrategia de utilizar estas ?reas oseras para sus intereses especulativos, seantanto la caza indiscriminada como la cada vez m?s deseada trasformaci?n de los ecosistemas oseros en infraestructuras tur?sticas.

Roberto Hartas?nchez Mart?nez es presidente del FAPAS

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