en toda la cordillera si prospera San Glorio
La pretendida estaci?n desmembrar?a el ?rea de c?pula y el espacio cant?brico mejor conservado
Los ecologistas pretenden que el TSJ utilice el estudio cient?fico como «prueba pericial»
Perder?an recusos alimenticios, su ?rea de c?pula quedar?a muy dañada y se desmembrar?a la zona m?s extensa y mejor conservada de toda la cordillera Cant?brica. En esencia, ?stas son las consecuencias de un informe de academia elaborado por cient?ficos de la Estaci?n Biol?gica de Doñana, dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Cient?ficas (CSIC), en el que se detalla la manera en la que la pretendida estaci?n de esqu? de San Glorio afectar?a a la poblaci?n oriental de oso pardo cant?brico.
Este informe, cuyos resultados ponen de manifiesto el demoledor impacto de la infraestructura alpina, fue solicitado por la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y Le?n, que tramita los procesos abiertos por dos grupos ecologistas contra el proyecto de construcci?n de la estaci?n.
«El posible radio de afecci?n y la organizaci?n que la subpoblaci?n oriental de osos adopta alrededor de esta zona -?rea de celos, fuente de alimentaci?n y corredor de paso- parecen indicar que la estaci?n de esqu? tendr?a consecuencias muy negativas para el n?cleo de osos, hipotecando irreversiblemente sus posibilidades de supervivencia y, quiz?s, la del conjunto de la poblaci?n cant?brica», concluye el informe.
Los colectivos que han promovido el contencioso esperan que este estudio avalado por el CSIC pueda ser utilizado por el magistrado como «una prueba pericial» para bloquear el desarrollo del proyecto, ya en tr?mite.
El estudio, al que ha tenido acceso este peri?dico, deja claro que «el criterio general» que se utiliza en los espacios protegidos de dejar fuera de sus ?mbitos «infraestructuras pesadas» como San Glorio se constituye como «principio rector» en este problema, es decir, que no admite dudas.
El documento, de algo m?s de dos p?ginas, recoge una experiencia cient?fica desarrollada en Suecia. Nellemann y sus colaboradores evaluaron este mismo año el efecto de una estaci?n de esqu?, junto con otras infraestructuras de uso humano, sobre el comportamiento de 106 osos equipados con radioemisores. Los plant?grados utilizaron con menor frecuencia de la esperada ?reas situadas a menos de diez kil?metros de estaciones de esqu?, por lo que se ha establecido ese radio como el ?mbito de impacto de este tipo de infraestructuras.
El director de la Estaci?n Biol?gica de Doñana, Fernando Hiraldo, ?nico firmante de un informe que cita otros siete estudios, subraya que, adem?s de que San Glorio tiene una inmejorable calidad del h?bitat alimenticio del oso, aqu? se registra la ?nica referencia de una c?pula de osos en la poblaci?n oriental. Bibliograf?a reciente citada por el estudio asegura que estas zonas donde desarrollan los celos se pueden convertir de forma reiterada en el lugar donde m?s osos adultos se llegan a concentrar.
En este sentido, los grupos de osas acompañadas de sus cr?as «depende» de que los terrenos situados por encima de los 1.800 metros de altitud se conserven como hasta ahora. Hay que tener en cuenta que las hembras paridas se retiran de estas zonas para evitar, por ejemplo, ejemplares de macho y salvaguardar a sus cr?as, «pero la dependencia de estas ?reas en otras facetas de su ciclo reproductivo (celo, alimentaci?n) ser?a cr?tica».
Reacciones
El controvertido estudio fue recibido ayer con opiniones contrapuestas. Fuentes de la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cant?brica sostienen que «las razones t?cnicas que da el informe son demasiado de peso como para seguir insistiendo en hacer en San Glorio una estaci?n de esqu?». Aseguran, adem?s, que las cr?ticas contra las ideas de los grupos ecologistas, «consideradas iracundas, son err?neas».
Por su parte, el alcalde de Boca de Hu?rgano, Tom?s de la Sierra, reiter? a este peri?dico que «el hombre est? por encima del oso» y, en un tono de enfado, asegur?: «En la montaña estamos preocupados, muy preocupados, en solucionar el problema del empleo y el de la econom?a, que son muy graves». La imagen muestra, con puntos negros, c?mo se distribuyen las poblaciones oriental y occidental de oso pardo cant?brico. Sobre el corredor Cardaño-San Glorio, que une las subpoblaciones oseras de Le?n y Palencia, aparece un c?rculo de diez kil?metros de radio que pretende mostrar el ?rea de impacto de la estaci?n de esqu? sobre los actuales ejemplares. No se acercar?an a menos de diez kil?metros de la infraestructura.
Este informe, cuyos resultados ponen de manifiesto el demoledor impacto de la infraestructura alpina, fue solicitado por la sala de lo contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y Le?n, que tramita los procesos abiertos por dos grupos ecologistas contra el proyecto de construcci?n de la estaci?n.
«El posible radio de afecci?n y la organizaci?n que la subpoblaci?n oriental de osos adopta alrededor de esta zona -?rea de celos, fuente de alimentaci?n y corredor de paso- parecen indicar que la estaci?n de esqu? tendr?a consecuencias muy negativas para el n?cleo de osos, hipotecando irreversiblemente sus posibilidades de supervivencia y, quiz?s, la del conjunto de la poblaci?n cant?brica», concluye el informe.
Los colectivos que han promovido el contencioso esperan que este estudio avalado por el CSIC pueda ser utilizado por el magistrado como «una prueba pericial» para bloquear el desarrollo del proyecto, ya en tr?mite.
El estudio, al que ha tenido acceso este peri?dico, deja claro que «el criterio general» que se utiliza en los espacios protegidos de dejar fuera de sus ?mbitos «infraestructuras pesadas» como San Glorio se constituye como «principio rector» en este problema, es decir, que no admite dudas.
El documento, de algo m?s de dos p?ginas, recoge una experiencia cient?fica desarrollada en Suecia. Nellemann y sus colaboradores evaluaron este mismo año el efecto de una estaci?n de esqu?, junto con otras infraestructuras de uso humano, sobre el comportamiento de 106 osos equipados con radioemisores. Los plant?grados utilizaron con menor frecuencia de la esperada ?reas situadas a menos de diez kil?metros de estaciones de esqu?, por lo que se ha establecido ese radio como el ?mbito de impacto de este tipo de infraestructuras.
El director de la Estaci?n Biol?gica de Doñana, Fernando Hiraldo, ?nico firmante de un informe que cita otros siete estudios, subraya que, adem?s de que San Glorio tiene una inmejorable calidad del h?bitat alimenticio del oso, aqu? se registra la ?nica referencia de una c?pula de osos en la poblaci?n oriental. Bibliograf?a reciente citada por el estudio asegura que estas zonas donde desarrollan los celos se pueden convertir de forma reiterada en el lugar donde m?s osos adultos se llegan a concentrar.
En este sentido, los grupos de osas acompañadas de sus cr?as «depende» de que los terrenos situados por encima de los 1.800 metros de altitud se conserven como hasta ahora. Hay que tener en cuenta que las hembras paridas se retiran de estas zonas para evitar, por ejemplo, ejemplares de macho y salvaguardar a sus cr?as, «pero la dependencia de estas ?reas en otras facetas de su ciclo reproductivo (celo, alimentaci?n) ser?a cr?tica».
Reacciones
El controvertido estudio fue recibido ayer con opiniones contrapuestas. Fuentes de la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cant?brica sostienen que «las razones t?cnicas que da el informe son demasiado de peso como para seguir insistiendo en hacer en San Glorio una estaci?n de esqu?». Aseguran, adem?s, que las cr?ticas contra las ideas de los grupos ecologistas, «consideradas iracundas, son err?neas».
Por su parte, el alcalde de Boca de Hu?rgano, Tom?s de la Sierra, reiter? a este peri?dico que «el hombre est? por encima del oso» y, en un tono de enfado, asegur?: «En la montaña estamos preocupados, muy preocupados, en solucionar el problema del empleo y el de la econom?a, que son muy graves». La imagen muestra, con puntos negros, c?mo se distribuyen las poblaciones oriental y occidental de oso pardo cant?brico. Sobre el corredor Cardaño-San Glorio, que une las subpoblaciones oseras de Le?n y Palencia, aparece un c?rculo de diez kil?metros de radio que pretende mostrar el ?rea de impacto de la estaci?n de esqu? sobre los actuales ejemplares. No se acercar?an a menos de diez kil?metros de la infraestructura.